Debido a la hospitalización de uno de los bomberos del grupo, Dietrich Angerstein tuvo que quedarse en Augsburg por lo que a mi me tocó acompaņar al Orfeón a Rothenburg op der Tauber.
Partimos en dos buses llegando a mediodía al pueblo de Linden donde almorzamos.

Rothenburg op der Tauber es una atracción turística debido a que conserva su apariencia medioval, con callejuelas estrechas y edificios antiguos.
El centro está rodeado de un murallón que se conserva en casi su totalidad. Incluso cadenas de negocios tienen que desistir de su logo y usar letreros adaptados a la época medioeval (foto del KD).

Cuenta la historia, que durante la guerra de los treinta aņos, la ciudad fué sitiada varias veces. Uno de los sitiadores prometió dejar libre la ciudad, si había un habitante que pudiera tomarse un jarro de tres litros de vino al seco.
El alcalde lo logró y en memoria de esa proeza, a los costados del reloj en la plaza central, se recuerda a ciertas horas ese evento con una figura que, en una de las ventanas empina el jarro.
Naturalmente todos estamos pendientes del momento. ...

...mientras algunos pasaron a comprar un sombrerito. Caminando de vuelta al bus, me encontré con una familia argentina que estaban sacándose una foto. Les ofrecí sacar la foto yo y aproveché de sacarles una con mi camara.
En la autopista pasamos esta camioneta en cuyo acoplado iban los instrumentos de un Orfeón de bomberos que iba a Augsburg.
Para mi el viaje terminó en la estación central de Augsburgo, donde le saqué una foto al Orfeón completito.
El vino chileno contratado tampoco llegó hoy.